El periódico de la mañana.

Titular: chica busca ubicación para encontrar una respuesta a preguntas acuciantes.
Nadie contestó. Y así se quedó aquel anuncio, olvidado en la esquina del una página más.
Se pegó a una ventana en una racha de viento, en al cristalera cerrada.
Se retorcía una colilla en el suelo al compás del viento que entraba por la ventana abierta, destartalada, obligando a salir, casi empujando a las inventadas notas de un saxofón, que pretendían llegar a una escala, aunque más que escalar descendieron hasta mi.
Sentada bajo la ventana simplemente me dediqué a escuchar, por tiempo indefinido.

Volví a pasar muchas veces por aquella calle, cada mañana, cada medio día, y nunca hubo nueva melodía, ni vieja, ni errada, y yo perdida recorría la calle una y otra vez.
Sin ella perdí impulso, perdí las pocas fuerzas que quedaban en mi, no encontré más mi dirección.

Quitaron la sucia hoja del amarillento periódico de la ventana, lo arrugaron y lo tiraron, siendo ya sólo un amasijo de letras, de momentos olvidados.

Titular: chica perdida no encuentra el camino y se convierte en letra para poder subsistir.