jueves, mayo 17, 2007

El laberinto de la vida

Estaba tan cerca del papel que ni si quiera veía ya las letras, así que empecé a caminar entre ellas, entre las líneas y busqué el camino en este laberinto de la vida. Así se enredaron las agujas del tiempo y perdí su noción tan solo buscando las respuestas entre unas letras que no me pertenecían. No sabía muy bien hacia dónde encaminar mis pasos sólo que tenía que seguir caminando.
Quizá con un poco de suerte se abra un agujero en el suelo y empiezo a caer a través del tiempo y el espacio llegando al punto exacto en el que surgió el problema o el momento en el que se solucionó, sin tiempo para ahogarme en él.
(...)
Sé que puede resultarte extraño que te cuente que no puedo ver a dos personas besarse sin pensar que ese beso, como muchos otros, nos pertenecen a ti y a mi.

1 comentario:

AsDePiqas dijo...

je

qué mona