Leyendo tu carta lloré. Corrían por mi cara lágrimas, lágrimas de felicidad por estar contigo, de tristeza por que no siempre estarás. De miedo por si llega el día en que te pierdo.
Ayer leyendo tu carta sentí. Fui feliz y me doy cuenta de que aunque quiera, nunca podré querer de esta manera. No es cantidad, es lo que siento cuando te miro y te veo sosteniéndome la mirada. Pienso en todos los días que he pasado contigo, todos los que quiero que me queden por pasar, todos los que no he podido ni podré pasar contigo, tiempo perdido. Y sé que algún día acabará, aunque espero vivir en un enorme error, porque el día en que te pierda perderé gran parte de mi.
Ese día, como hoy, no dejarán de pasar imágenes por mi mente, el primer beso, la primera mirada tímida que asomó bajo tu pelo, cuando necesitaba tocarte para saber como era tu piel, aquella caricia, casi abrazo, bajo el mar. Ese día, pasará por mi mente cada uno de los que he pasado a tu lado y seguirán corriendo lágrimas por mi cara como corren ahora.
Y lloro sabiendo que aún no se ha terminado y con la esperanza de que no se termine.
Y ahora aquí, sola sin ti, sé como te quiero, sé porqué, cómo y desde cuándo. Sé que de algún modo siempre hemos estado juntas, en nuestros sueños y que por tanto nunca nos separaremos porque estoy segura de que siempre soñaré contigo.
Y aunque no lo acepten, y aunque no lo puedan soportar, te seguiré queriendo. Y aunque tenga que luchar lucharé, y si tengo que correr correré tras el viento que intente alejarte y a pesar de que el sudor me nuble la vista veré mi objetivo y seguiré corriendo empujada por lo que siento.
Lo que siento, lo que cada día siento más es que los días se acabarán y yo, a pesar de que seguiré queriéndote, me acabaré con ellos.
03-07-2006
s·A·f·O
