La ausencia de un sentido

Y según va cayendo la noche la densidad del silencio se hace mayor.
Con el transcurso de las horas se aleja el horizonte, se acerca la mañana, el alba.
Y en ese instante entre los suspiros que son aullidos yo suspiro y me convierto en carbón, me deslizo y tomo forma para de algún modo poder llegar hasta ti. Parece ser éste el único modo.
Lo más difícil es pensar que estás a tan sólo unos metros de mi, unos cientos de pasos, un accidente geográfico, endemismos, infraestructuras entre tú y yo y lo más duro es que la barrera más alta no tiene forma, ni color, ni medida.
Gracias a eso he aprendido, podría pensar que en ese sentido esta ha sido la época más fructífera de mi existencia, que la vida nos ofrece muchos caminos, perspectivas, utopías, ideales, sueños, miedos, mentiras... he sabido, casi sin querer que la palabra felicidad en el sentido estricto de la palabra es demasiado ambiguo, que las miradas pueden convertir el detalle más pequeño, en un mundo, en una asignatura... que las cosas más bellas, más importantes, se escapan a los ojos, se captan tan sólo con cuatro sentidos, y que la vida es tan solo un suspiro y consiste en coger la bocanada de aire más profunda y expirar.

A libelle, la nueva y la otra (que no es vieja), por rescatar el titulo de la palabra ausencia, su escondite favorito. Un beso.