Let it be

Entraba el sol por la ventana, de forma muy reconfortante, cálidamente.
Acercó una silla a la ventana, se subió en ella, y quedó de pie en el marco de la ventana disfrutando de aquellos últimos segundos. Miró al cielo, al suelo, hasta el horizonte... y saltó.
Se detuvo el tiempo. ¿Y ahora?, ¿ahora qué?, ¿qué haría? Estaba a nada del suelo, de su futuro, de decidir que hacer con el resto de su vida, tantos caminos por andar...un solo paso para emprender la eternidad. Siempre hay tiempo de retroceder, pero si puedes elegir la opción correcta mucho mejor.
Rondaba en su memoria una frase, “un viaje de miles de kilómetro empieza por un solo paso”... un solo paso...un solo paso. ¿Hacia dónde?
Un camino más cerca de otro, como rodeando el camino que ahora sigue, otro completamente distinto...un solo paso y al fin volar...
Alzar el vuelo hacia un destino, ineludible, volar, llegar al punto que me devuelva lo que de algún modo ya soy, ya fui. Seré lo que quiera ser y seré dando este paso que me lleva al horizonte en este vuelo sin escala.