Yo nunca quise quererte. Siempre esgrimí mi NO con firmeza cuando mi corazón me susurraba las cosas más tiernas al oído. Yo no te busqué, yo no te seguí, yo no te llamé. Enamorarse hubiera sido una broma pesada, de esas tan típicas del destino. Aún sigo sin ser nada más que un niño a tu lado, y tú, una maravillosa mujer viajando por el mundo. Toda la vida por delante. Toda Europa a tus pies. Cientos de nombres que saborear y el mío sólo uno de ellos.
Escrito en minúscula, en el margen, tan chiquititio.
¿Qué fue lo que me diste? Ese veneno tan irresistiblemente dulce... ¿Estaba en tus ojos? ¿Lo encontré en tus labios? ¿Fueron tus manos?
Perdí la partida, y ganó el viejo corazón (¡Sorpresa! ¿Me creías muerto?)
El viejo corazón, quien me llevó a ti.
El viejo corazón, quien regaló las llaves de mi ser, quien tan dulcemente me traicionó, por la espalda, a sabiendas, deleitándose y saboreando cada instante.
Te he querido tanto, tanto. Te he echado tantísimo de menos que, para ser sincero,
ya no me duele pensar en ti.
Ni un poquito siquiera.
Vuelve.
lunes, julio 17, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
el destino deja ver sus cicatrices entre todas nuestras casualidades. solo observa.
me ha encatando *_*
No me creo que puedas parecer pequeño al lado de alguien, con lo grande que eres :)
Pero que monito, lindo, maravilloso!!!!!!!!!!!!!
Disfruta de ese sentimiento porque es único XDD
Hay veces que cuanto menos intntas hacer algo, con más empeño te pasa...
son cosas que te dejan un sabor agridulce... en ocasiones buenas, en otras realmente nefastas...
Pero siempre positivas...
Ese Samu, ese Samu, eh!, eh!
Muchacha afortunada...
This is very interesting site...
» » »
This is very interesting site... » »
Publicar un comentario