el faro

Nos mirábamos las manos intentando predecir el futuro. Pareció como si de golpe me hubiera caído y paseara por una de esas líneas...calle arriba...calle abajo, la línea del amor...
Ahora toca cerrar la caja, me siento cual Pandora, paso la noche en vela pensado si puedo olvidarte, cómo hacerlo... lo que en el fondo no es más que pensar en ti.
Es difícil olvidar, omitir, difuminar sentimientos. Intenté ser quien no era, ser quien no soy, me detuve a pensar detenidamente que debía querer, ambigüedad.
Me pregunté qué era fantasía y qué realidad, si mis manos temblaban sólo porque tengo una imaginación desenfrenada o porque realmente estabas ahí para mi.
No sé cómo ni porque todo aquello que guardaba salió en desbandada y me atropello, realmente no estaba preparada.
Demasiadas cosas que no entiendo, muchas nuevas ¿qué eran los celos? Nunca lo supe y así de golpe lo averigüé, no fue plato de buen gusto...
¿Y si...?
¿Y si no....?
Al final todo siguen siendo conjeturas, todo pueden ser mentiras, yo trepando por ahí....miradas que se esquivan, manos que se evitan, muros contingentes que no me dejan pasar.
Me invento los si de todas las veces que fueron no...
Y toda esta historia al contemplo desde fuera, apoyando la cabeza en el cristal y empañándolo con cada suspiro de envidia que se me escapa sólo porque, esa chica que quizás sea yo, puede sentir, puede permitirse el lujo de no tener miedo ante un qué pasará dentro de mi imaginación.