martes, junio 12, 2007

Soñando palabras

Se despertó de un salto cuando sonó el despertador. Con la misma resaca de una borrachera se levantó de la cama y miró al frente. ¿Donde estaba? ¿De quién era aquella habitación? ¿Aquel espejo? ¿Aquella cama?. Al darse media vuelta lo comprendió todo. Menos una cosa. ¿Cómo es que nada había cambiado?.

Cuando imaginaba este momento pensaba que su vida ya no sería igual, que estaría radiante y que ya nunca se volvería a escapar una lágrima. Pero no era así.Lo primero que notó fue una juguetona gotita de agua salada rodando por su cara. Se sentía cansada, angustiada, agotada; y no por le esfuerzo, sino por la satisfacción. En un segundo había visto pasar toda su vida sin hablar, toda su fuerza esfumarse como la brisa de la tarde. Se había desarmado. Completamente.



1 comentario:

Libelle dijo...

Una manera bastante significativa de expresar ese momento...

A veces pensamos que cuando pase tal o cual cosa, nuestra vida cambiará por completo, que seremos más felices, y lloraremos menos...pero lo cierto es que casi nunca pasa lo que esperamos.

Besos, flor!!!!!!(K)(K)