domingo, junio 10, 2007

El cazador de estrellas.

Un ruido sordo, el silencio. No, no lo es, pues es constante, rítmico, sereno, sonoro, no puede ser el silencio ya que deduzco que tú lo sientes igual que yo, y no con sus innumerables matices.
Ese ruido que, poco a poco, se acompasa con los latidos de mi corazón, con los colores de mis ojos que son sólo los reflejos de la realidad.
Son rasguños en una puerta que es guitarra, son golpes que no hieren sino acompañan. Gritos que no son el trasfondo sino el centro de un ser, son un todo que se mueve, son sonidos que se mueven, que me mueven con él, que me arroyan...
Es el aire condensado en el olor de una noche que no olvidaré.Y después, en el ruidoso silencio lo miré a los ojos, pequeños, oscuros, centelleantes, vivos... eran los ojos de un cazador de estrellas, uno de los poco sen su especie que me encontró, me habló y me regalo una estrella una noche con el cielo constipado.

2 comentarios:

Smilegirl dijo...

dulce melodía silenciosa que te atrae nada más y nada menos que a las estrellas de un cielo constipado...

¿se confirma mi teoría que un silencio en el momento oportuno puede llegar más hondo que un redoble de timbales...?

belo, belísimo. Muaki!

AsDePiqas dijo...

^^