sábado, noviembre 18, 2006

Aves migratorias

55 días han pasado desde la última vez que pensé en mi.
Quería repasar mis días rememorando cada pequeño detalle.
Ahora, bajo el sol cuando la tarde “empeza a ser mociña” pienso en un rincón del mundo en el que las palabras no significan lo mismo, en el que las sílabas van cargadas de otra pasión. Un ritmo distinto, distinto son.
Hay muchos sitios así, etnias y culturas que nacen y perecen, razas y lenguas que crecen y se funde, se adaptan.
Por suerte, este es un mundo grande en el que hay sitio para todos, o por lo menos hasta hace un tiempo había sido así.
Pero ahora las cosas cambian, todo se globaliza las lenguas son una, las razas también, todo forma parte de un ritmo de vida totalmente desenfrenado que no creo que seamos capaces de soportar.
Los pasos son cada día mas fuertes, y estremecen las entrañas de la tierra. Los gritos son cada vez mas altos y llegan a los confines del cielo.
Todo esta impregnada de una pasión incandescente que nos está arrastrando a perder nuestra verdadera personalidad y que nos da la ventaja de ser quienes nosotros queramos sin estar atados a una obligación.
Perdemos, ganamos también sin apreciar casi la victoria ni la derrota, pues siempre habrá una nueva que se aproxime....
¿Aprendemos?
¿Crecemos?
¿Somos?
A veces me parece que nuestra vida es como gritar dentro de un vaso, cuando puede ser la magia de acariciar la piel amada.
Así que solo nos queda volar.

5 comentarios:

Libelle dijo...

Volemos, pues.


¿A dónde?

Safo dijo...

a esa piel

Dalla Daniel dijo...

Pero ni siempre tenemos que rendirnos y dejarnos someter a ese inaplasable cambio, a lo mejor algunos cambien, pero no e suna obligacion hacerlo :P no creo k tu lo hagas y yo menos dejare ke pase T_T bueno muy lindo escrito cuidate mademoiselle cinti

Safo dijo...

Dalla Just Me The Last Drako†, yo soy safo, mademoiselle cinty hace tiempo que no se pasa por aqui, muy a mi pesar:(. un placer recibir tu comentario ^^ espero verte a ti mas a menudo
gracias

AsDePiqas dijo...

No es una pasión incandescente que nos está arrastrando


Es la falta de una pasión que nos dé fuerzas para no dejarnos arrastrarnos.

En cuanto a la vida, la has descrito a la perfección. Gritar dentro de un vaso, hacer todo el ruido posible para que se rompan sus paredes y entonces quizás morir acuchillados, quizás escapar a lo que quiera que esté más allá de nuestro propio reflejo.