Desesperada ante la interminable espera he decidido que quiero ser viento, viento azul como el que llega del norte y se deshace en mi papel entre las letras que me permiten ser.
Si pudiera ser, también, sería agua y volaría entre los cielos del mar.
Pero como no puedo, no soy ni viento, ni agua en el mar y me dedico aquí, desesperada a esperar.
¡Y no vienes!
Cuanto daría por gritar, ¿pero acaso tengo derecho?
No sé, tal vez si gritara diría algo como “ mi madre ha muerto, mi marido me engaña”, un poco loca, ¿no?
¿Por qué no grito? Nadie me dice que no lo haga, que no lo pueda hacer.
Quiero ser azul, ¡quiero ser azul!. Azul como el mar, azul como el cielo, azul como las plantas y el viento, y poder andar por caminos azules dirigidos a la azulidad que un día me dio miedo y ahora me enseña a amar.
Azul como el aire y al tierra y los reflejos de las sombras y los gritos y las voces y los pasos y el amor.
Y como un hondo suspiro ya cansado de esperar y que abandonado se rinde a la espera de que llegues y dejar de desvariar.
viernes, octubre 13, 2006
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3 comentarios:
Aire, soñé por un segundo que era aire...
Puedes ser lo que tú quieras, sólo te limita el cuerpo, tu mente es libre.
Libre...
Azul viento...
Libre!
libre...
a fin de cuentas libre, no importa como... ni cuando, solo importan las alas para volar, los pies para caminar, las aletas para nadar, tus labios para besar....
no me he olvidado de este lugar.
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