La mentira que inventé

El mundo ya no necesita otra canción de amor.
La misma canción vuelve cuando menos te lo esperas.
Nunca sabré si es verdad o mentira la historia, pero yo me dejo llevar.
Quién dice que soñar es fácil. Quién dice que soñar es difícil. Quién diferencia entre soñar y vivir, vivir y soñar....
Un amanecer que atardece, unas manos menos, una día que no tiene fin.
La duda que ofende. El medio que cede, mis pasos adelante y mis pasos atrás.
Oscilante la mirada, temblorosos los dedos, una yema que rozaba mi piel. Gritos en silencios, miradas vibrantes, silencios incómodos, hologramas que no son, mas podrían ser:
Se rompe lo real dando paso a lo ficticio, siendo ella quien viene hasta mi, cae la distancia, se esfuma el entorno, aquellas paredes condicionantes caen y dejan paso a la oscuridad, al olvido, la mentira que inventé:
Se acerca, se detiene, me mira, sonríe.
Cedo, cede, se separa y vuelve a sonreír.
No estamos, no somos, no tenemos nada de lo que responder.
Vamos venimos no hay nada a lo que obedecer.
Me centro y sigue allí, distante, difusa, constante.
Bromea, sonríe y deja de ser. Quizás esté pensado lo mismo que yo pensé, tampoco es tan difícil compartir una mentira....
Vuelvo a ser yo camino abajo con las ideas que cual bola de nieve se van engrosando según bajan a toda velocidad. Y al final la canción de mi vida es la primera que canté.